Estanislao del Campo
Argentino
1834 - 1880
Nació el 7 de febrero de 1834 en Buenos Aires. Hijo de don Juan Estanislao del Campo y doña Gregoria Luna.
Se educó en una academia privada, al crecer se dedicó al comercio, fue político y comenzó a escribir sus primeras obras haciéndose conocido con el seudónimo: Anastasio el Pollo.
Participó en 1852 en la defensa de la ciudad contra el sitio impuesto por el General Lagos.
Prestó servicios en la aduana, fue secretario de la cámara de diputados, y participó en las batallas de Cepeda y Pavón, siendo capitán en 1861 y Teniente Coronel en 1874. Fue diputado nacional a los 33 años, en representación del partido alsinista y Oficial Mayor del Ministerio de Gobierno de la Provincia.
El 14 de agosto de 1857 se publicó “Carta de Anastasio el Pollo sobre el beneficio de la señora La Grúa”. Esta carta significa por su temática un antecedente del Fausto. Ese año también aparece “Los debates de Mitre”.
En 1858 formó parte, junto a otras destacadas personalidades como José Mármol o Sarmiento, del Ateneo literario, organizado en la redacción de “El Estímulo”.
El 30 de septiembre de 1866 se publicó “Fausto”, en el “Correo del Domingo”, como folletín. Trata del relato que un gaucho, Anastasio el Pollo, hace a otro, su cuñado, Don Laguna, de la representación que acababa de presenciar de la ópera Fausto, en el teatro Colón de Buenos Aires, confundiendo realidad y fantasía. Es una obra breve, de 1.278 versos octosílabos, repartidos en seis partes de extensión similar.
En 1867 fundó el diario “El Porvenir”, que recogía las ideas del Partido Liberal.
En 1870, aparecieron sus “Poesías”, recopilación parcial de publicaciones previas del autor, que reunía 47 composiciones. En 1872, apareció la segunda edición de “Poesías” con una presentación de Carlos Casavalle y con el agregado de dos nuevas composiciones.
De carácter afable, no gozó de buena salud, padeciendo a partir de los 44 años una enfermedad que afectó su cerebro.
Falleció el 6 de noviembre de 1880, en Buenos Aires. Fue enterrado en la Recoleta, siendo José Hernández uno de los encargados de despedir sus restos.
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