Trénzame en tus cabellos esta angustia,
desbarátame los pensamientos,
lluéveme otra madrugada de septiembre
en este enero que no acaba,
en esta vida que no pasa,
en esta agonía que no encuentra
puerta de salida...
Pídeme que me vaya,
pídemelo a gritos,
ruégame desaparecer,
llora, llora por ti, y también por mi,
encendamos un último cigarro,
fumalo con mi boca,
que yo fumaré de la tuya,
y al salir el sol
procuremos no olvidarnos... |