Con el sabor de aquel primer libro Contra la muerte (1964), la obra recoge además poemas de distintas épocas, desde aquellos publicados allá por los años 60, hasta los recién nacidos en 2007. Con una gorra azul que le confiere un aire de marinero veterano y un maletín negro repleto de promesas poéticas, se presentó Rojas ante un público que abarrotó la sala libro en mano y esperó impaciente sus palabras.
Le acompañaban Luis Maira, embajador de Chile en Argentina, el director de ediciones Malvario y responsable de la edición de esta obra, Samuel Bossini y Enrique Fofani, académico de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de la Plata.
Antes de a realizar las lecturas de su obra Gonzalo Rojas exhibió su sentido del humor al lanzar al auditorio una pregunta: "¿Prefieren verso o prosa?" Una carcajada general inundó la sala. Poemas como "Ayer encima de un avión", "¿Qué se ama cuándo se ama?", el "Poema del desencanto" o "El enigma de la deseosa", se deslizaron por la sala como un invitado más, que poco a poco fue teniendo vida propia. La voz ronca y gutural de Rojas y su palabra libre, situaron al público en los "confines del mundo", lugar donde, en palabras del autor, debe estar la poesía.
Rojas sigue siendo el mismo, sigue abanderado en esa pasión por la vida que hizo que sus poemas fueran recibidos en los 70, como un soplo de aire fresco, despuntando de aquella burbuja nerudiana en la que todo parecía repetirse. La poesía debe estar viva, que no puede nacer de una norma, sugieren sus versos. Esa poesía suya que no se adhiere a ninguna estética concreta, y su objetivo parece ser conjugar realidad y ficción, poesía y vida.
08-12-2007
Fuente:
Clarín.com |